sábado, 8 de agosto de 2015

In and out


In and out

Una mañana de verano en el Café de París de Monte·Carlo, Mónaco. Es bien sabido que en esta zona podemos encontrar dos perfiles de personas muy diferentes: el clásico turista y el hombre de negocios de traje y corbata que, en muchas ocasiones aprovecha para cerrar acuerdos en el propio café.

Nos encontramos ante dos actitudes corporales completamente diferentes. El hombre de la izquierda se muestra relajado, distendido e incluso sonriente mientras degusta su desayuno a la vez que lleva el hilo de la conversación. Muestra ambas manos y mantiene piernas separadas ocupando todo el espacio posible. Se ha colocado de cara al exterior del café siendo consciente que puede mantener controlada a la persona con la que habla y a su vez disfrutar de las hermosas vistas de la plaza donde se encuentra el café.

La otra cara de la moneda la encontramos en el hombre de pelo blanco que escucha atentamente al hombre que tiene enfrente. Mirada fija sin perder detalle de cada palabra y cada gesto, labios tirantes que tratan de contener una respuesta a un mensaje, que probablemente no sea de su agrado. Inclinado hacia delante para no perder detalle, nuestro hombre se empequeñece curvando su espalda cuando es evidente que por la largura de las piernas es más alto. Esconde las manos, que con sus dedos entrecruzados bajo la mesa completan la necesidad de autocontrol que nos indicaban sus labios y que a su vez nos reconfirman la sensación de recelo respecto a las palabras de su interlocutor.

Es una escena que muestra de forma clara, dos proyecciones corporales contrapuestos. Una la abierta del señor de la corbata y la cerrada del señor del pelo blanco.

Xavier Reinaldo



In and out

A summer morning in Monte·Carlo's Café de París (Mónaco). It is well-known that in this zone we can find two differents profiles: the classic tourist and the suit-and-tie businessman, who a lot of times closes his own deals in the Café.

We find two different corporal acttitudes. The man on the left seems relaxed, strained and even smiling, he tastes his breakfast at the some time that controls the conversation. He shows both hands and separated legs taking up all the space he can. He has placed facing outside knowing that he is able to take under control the person siting towards him and at the some time enjoy of the awesome views of the place where the Café is situated.

The obverse of the coin, is found on the grey-haired man who listens carefully. Gazing without losing any detail of each word and each expression, whith tight lips trying to content an answer from a message that he probably dislikes. Learning down, trying not to lose any detail, our subject gets smaller bending his back when it's evident that he is taller than the other men. Hiding his hands, crossing his fingers under the table, he  completes the self-control necessity the tight lips indicates before, and at the some time he reaffirms the mistrust in the relation towards his interlocutor.

Xavier Reinaldo